Secretarías de Estado conmemoran Muerte de Francisco Morazán
DESCRIPCIÓN
Tegucigalpa 14 de septiembre 2016
El 14 de septiembre de cada año se conmemora la muerte del general Francisco Morazán Quezada, prócer centroamericano que por un periodo de casi diez años, logró unir a los países de Centroamérica en una sola república, conocida como la República Federal de Centro América.
Es por esa razón que anualmente, en la fecha de su deceso, las instituciones gubernamentales y no gubernamentales colocan ofrendas florales ante la estatua ecuestre del General Morazán.
Los actos de la Secretaría de Educación fueron precedidos por la vice ministra de Educación Selma Silva, en coordinación con el Comité Cívico Interinstitucional Permanente (COCIP), las Fuerzas Armadas de Honduras, Alcaldía Municipal del Distrito Central, autoridades de las diferentes Secretarías de Estado.
Francisco Morazán fue Militar y político hondureño, último presidente de la República Federal de las Provincias Unidas del Centro de América (Tegucigalpa, Honduras, 1792 - San José, Costa Rica, 1842).
La unión centroamericana, formada por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, se había formado en 1823, bajo la presidencia del conservador Manuel J. Arce. Morazán inició entonces su carrera política en el Estado de Honduras, bajo la protección del presidente Dionisio Herrera.
A raíz de la rebelión de Justo Milla, al cual derrotó, Francisco Morazán se convirtió en presidente de Honduras (1827) y se erigió en líder de los liberales centroamericanos. Cuando el presidente salvadoreño, Pardo, le llamó en su auxilio ante un ataque guatemalteco, Morazán tomó San Salvador (1828) y luego Guatemala (1829), que era además la capital federal. Arce y los principales dirigentes conservadores fueron desterrados, mientras se instauraba un régimen liberal y Costa Rica abandonaba temporalmente la federación (de 1829 a 1831).
Las elecciones de 1830 confirmaron a Francisco Morazán como presidente de la República (triunfo que revalidó en las de 1834). Durante ese periodo -conocido como la «Restauración»- puso en marcha reformas que se estrellaron contra múltiples obstáculos: el particularismo de las provincias, las ambiciones de los militares, la oposición de la Iglesia, las presiones internacionales, la bancarrota financiera, las críticas al nepotismo y la corrupción del equipo gobernante.